Las cristalinas aguas de este tradicional afluente, que nace en el Parque Los Farallones, son infestadas al llegar a Cali. Durante sus 25 kilómetros de recorrido, este afluente es contaminado por una mina de carbón en La Buitrera, las aguas negras de la invasión Polvorines y las basuras de Multicentro. Triste radiografía.

Es un verdadero banquete natural. Su verdor, su majestuosidad, su imponencia y su belleza satisfacen el gusto de cualquier persona.
A su paso por el sector de Multicentro el río ya lleva un color verdoso. La contaminación salta a la vista. Hasta computadores y muebles se observan en sus aguas. El olor a caño espanta a cualquiera.

Sin embargo, en este lugar la ribera del río está protegida por un extenso bosque de cedros, samanes, guásimos, guadales y chiminangos, donde la gente, incluso, aprovecha para hacer deporte.

Pero desde sus orillas se pueden observar claramente las empalizadas de basura, las cuales poco a poco van transitando, ahora en medio de unas aguas grisáceas, contaminadas de detergentes y de los vertederos de alcantarillados que vienen de los conjuntos residenciales, muchos de ellos de estrato seis.

Así, convertido en un caño llega el Meléndez al Canal Sur, donde los ‘chulos’ están a la espera de un perro o un gato muerto para darse ahora un banquete de putrefacción.